sábado, 25 de agosto de 2012
jueves, 23 de agosto de 2012
Déjame rimarte la vida.
Dejame ocuparte los silencios, dejame pensarte a escondidas y mirarte de medio lao sin que nadie llegue a darse cuenta. Dejame acariciarte desde lejos y notar desde aqui que se te ha puesto la piel de gallina. Dejame reirme mientras me haces el amor cuando me dices "¿no te morias de ganas de hacerlo?" Dejame escribirte un mensaje a media noche para decirte que echo de menos tus labios, dejarme acompañarte en tus cien noches de soledad quitarte bailando el pijama mientras me miras. Dejame alegrarte tus amaneceres y sonreirte en los despertares y si me apuras.. regalarte flores. Dejame tragarme tus olores y dejame arreglarte tus dolores y secar tus lagrimas cuando haga falta. Dejame escucharte tus temores tus experiencias y tu antiguos amores. Dejame sentirme tu amiga y bailarte las canciones, anda ven, y dejame rimarte la vida.
domingo, 29 de abril de 2012
Solo piensa lo que quieras hacer, y hazlo.
No hay nadie en casa, ni tampoco ahí fuera, hay una caja de música rota encima de la mesa, me recuerda que por muy estropeado que estés tienes que seguir funcionando.
No sé dónde leí que la vida era como un tetris, que todas esas cosas que has hecho bien y que encajan, desaparecen, pero los errores y los fallos se van acumulando haciéndose una montaña... Hasta que pierdes, siempre pierdes. Pierdes hasta que te das cuenta que hay más partidas, y que a eso se le llama evolucionar, que lo que te gustaba ayer, hoy no; y que aquí cada uno se monta su vida con sus faltas de ortografía pertinentes.
Nadie tiene el derecho a decirte quién eres por solo saber tu nombre. Nadie debería preguntarte por qué eres así, cuando no sabe quién eres. Hay mucho valiente de nombre, pero más con un cobarde de apellido. Hace años me dijeron algo: "Solo piensa lo que quieras hacer, y hazlo" A día de hoy solo pienso en ese algo.
No sé dónde leí que la vida era como un tetris, que todas esas cosas que has hecho bien y que encajan, desaparecen, pero los errores y los fallos se van acumulando haciéndose una montaña... Hasta que pierdes, siempre pierdes. Pierdes hasta que te das cuenta que hay más partidas, y que a eso se le llama evolucionar, que lo que te gustaba ayer, hoy no; y que aquí cada uno se monta su vida con sus faltas de ortografía pertinentes.
Nadie tiene el derecho a decirte quién eres por solo saber tu nombre. Nadie debería preguntarte por qué eres así, cuando no sabe quién eres. Hay mucho valiente de nombre, pero más con un cobarde de apellido. Hace años me dijeron algo: "Solo piensa lo que quieras hacer, y hazlo" A día de hoy solo pienso en ese algo.
lunes, 19 de marzo de 2012
Un mensaje subliminal en cada una de tus sonrisas.
Cada mañana al despertar recordaba esos abrazos que me regalabas. Recordaba cada juego en la cama. Cada caricia en mi espalda. Pero al igual que los ordenadores se estropean, las relaciones se acaban y he aprendido que hay que olvidar esos abrazos, las caricias y cada juego que me regalaste. Porque cuando vives una mentira sufres, cuando sufres aprendes, y cuando aprendes, olvidas...
No marchan en reversa las agujas de un viejo reloj.
La vida es una continua espera. Por el autobús, por un examen, por un suspenso... O por un amor que nunca llegará. Hay quienes rompen relojes para matar el tiempo, y hay quienes los llevan a pares para no perderlo. Hay quien dice que cada segundo es oro, y hay quien malgasta cada milésima que puede. Yo lo malgasto en ti, en tus ojos, en tu boca y en cada parte de tu cuerpo. Soy una manecilla estropeada, una adolescente enamorada. Soy una marioneta sin cuerdas. Soy una derrochadora. Soy un millón de recuerdos, en los que sólo apareces tú. Sí, soy una compradora compulsiva sin dinero, con relojes a pares que no avanzarán nunca.
Y no hay mejor pincel que la imaginación.
Me fumé el sentido del ridículo, me esnifé la vergüenza, me tomé un mojito cargado de humor, al día siguiente tuve resaca, pero daba igual, ¿Qué importaba ya todo? Estaba dispuesta a hacer lo que fuera, y con lo que fuera, me refiero a cualquier cosa, así que cogí la jeringuilla, y me inyecte por vena algo llamado felicidad.
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