Cada sentimiento es verdadero.

jueves, 14 de julio de 2011

Como el amor no transformo el mundo.

El tiempo lo cura todo. Otra milonga. El tiempo no cura nada. O cura lo que ya no importa. El tiempo es precisamente lo que nos hiere.
Noches en vela. Apatía. Distracciones constantes. Pensar en lo que se dijo, en lo que se va a decir. En lo que se debería haber dicho. Mirar el horóscopo. El tuyo y el de él. Idealizarlo. Ver su rostro en cada rostro. Euforia. Bajones. Hablar sola. No comer. Beber en exceso. Vigilar el teléfono. Autocompadecerse. Hablar de tonterías. Írsete la bola. Pensar en lo que ella pensaría. En qué estará haciendo. Con quién. Llorar. Oír canciones tristes. Pensar en no pensar. Pensar en pensar en no pensar. No dormir. No vivir. Eso es lo normal en el desamor.
Aunque, en realidad, fue mucho peor. Mucho. Una profundidad peor.
Porque era el miedo.

Perdona si te llamo amor.

No hay nada. Silencio. Miedo. Oscuridad. Y se echa a llorar con rabia. Llora porque no siente lo que le gustaría sentir. Llora porque a veces no hay culpa y no quisieras hacer sufrir a nadie, pero te sientes malvada, desagradecida. Preguntas, demasiadas preguntas para ocultar la única verdad que ya conoce. Pero otra cosa es admitirla. Admitirla significa doblar en la próxima esquina y coger otro camino. Luego se busca. Se mira en el espejo. Pero no se encuentra. Es otra.

El juego del angel.

¿Sabes lo mejor de los corazones rotos? Que solo pueden romperse de verdad una vez. Lo demás son rasguños.

Perdona si te llamo amor.

- Ten en cuenta que a mí no me gustan.
- ¿Las esculturas?
- No, las mentiras.

No está aquel motor, el verdadero, el que hace que todo avance hacia delante, el que te hace ver las gilipolleces de la gente, la estupidez, la maldad, y tantas otras cosas y mucho más pero en su justa medida. Ese motor que te da fuerza, rabia, determinación. Ese motor que te da un motivo para volver a casa, para buscar otro gran éxito, para trabajar, cansarte, esforzarte, para alcanzar la meta final. Ese motor que, después, decide hacerte descansar justo entre sus brazos. Fácil, mágico, perfecto. Ese motor amor.

- <<Deseo tanto que seas sincera...>> - Y la besa. Un beso lento, suave, que quisiera poder hablar, decirlo serenamente todo, bastante, demasiado. Tengo ganas de enamorarme, de amar, de ser amado; quiero un sueño, quiero construir, quiero tener certezas. Intenta entenderlo. Necesito olvidar todo cuanto sucedió en esos veinte años sin ti. ¿Todo eso lo sabe decir un beso? Depende de lo ligeros que sean los labios que lo reciben.

El amor más hermoso es un cálculo equivocado, una excepción que confirma la regla, aquello para lo que siempre habías utilizado la palabra nunca.

Un lugar llamado aquí.

A veces, las personas desaparecen delante de nuestros propios ojos. a veces, las personas te descubren de repente, aunque te hayan estado mirando todo el tiempo. A veces, nos perdemos de vista a nosotros mismos cuando no prestamos suficiente atención. Todos nos perdemos en alguna ocasión, sea por decisión propia oo debido a fuerzas que escapan a nuestro control. Cuando descubrimos lo que nuestra alma necesita aprender, el camino de vuelta se presenta por sí mismo. A veces vemos la salida, pero seguimos avanzando y ahondando a pesar de nosotros mismos: el miedo, la rabia y la tristeza nos impiden regresar. A veces preferimos permanecer perdidos y errantes, ya que suele resultar más fácil. Otras veces hallamos la salida. pero, pase lo que pase, siempre nos acaban encontrando.

Existe una línea muy fina entre el amor y el odio. El amor libera el alma, pero en el esfuerzo la puede asfixiar. Yo caminaba por esa cuerda floja con toda la gracia de un elefante; la cabeza me pesaba hacia el lado del odio, el corazón me equilibraba hacia el lado del amor. Era un trayecto inestable y me solía caer, a veces durante largos períodos de tiempo, pero nunca me demoraba demasiado.

El cuento número trece.

Cuando el miedo y el frío hacen de tí una estatua en tu propia cama, no ansíes que la Verdad pura y dura acuda en tu auxilio. Lo que necesitas es el mullido consuelo de un relato. La protección balsámica, adormecedora, de una mentira.

La reina en el palacio de las corrientes de aire.

Y yo supongo que en cierto modo me gustas porque eres como eres. Me gusta acostarme contigo porque no hay malos rollos ni complicaciones y me siento segura. Pero todo esto empezó porque cedí a un impulso loco. No me ocurre muy a menudo y no lo tenía planeado. Y ahora hemos llegado a esa fase en la que yo soy una de las mujeres que traes aquí.
¡Qué desdichada soy! No quiero enamorarme de ti. Me va a doler demasiado cuando termine. Pero tú eres la persona más interesante que he conocido en mucho tiempo. Es como si nuestra relación hubiese ido a toda máquina desde el primer día. Creo que me gustas desde que te vi en mi escalera, cuando fuíste a buscarme. Más de una vez, de las pocas que he ido a dormir a mi casa desde entonces, me he despertado en plena noche con ganas de hacerte el amor. No sé si lo que quiero es una relación estable pero me da un miedo enorme perderte.

No puedo vivir en un mundo donde no existas tu.

Estoy aquí y te quiero. Siempre te he querido y siempre te querré. Cada segundo de los que estuve lejos estuve pensando en tí, viendo tu rostro en mi mente. Cuando te dije que no te quería... ésa fue la más negra de las blasfemias.

Aprendi que nada es para siempre.

"Aprendí que las malas compañías no son tan malas y que se puede crecer al revés de los adultos; y supe, al fin, a qué saben los aplausos y los besos y el alcohol y la resaca y el humo y la ceniza, y lo que queda después de los aplausos y los besos y el alcohol y la resaca y el humo y la ceniza."

miércoles, 13 de julio de 2011

Aquella puerta que se cerró.

~
Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra puerta se abre, pero algunas veces miramos tanto tiempo a aquella puerta que se cerró, que no vemos la que se ha abierto frente a nosotros. Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos. Darle a alguien todo tu amor nunca es un seguro de que te corresponderán, pero no esperes que te correspondan; solo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona, pero si no crece sé feliz porque creció en el tuyo.

El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.

~
Y me pregunto si he perdido el tiempo. No me interesa escuchar mentiras, fingir sonrisas para no llorar, si el mundo quiere ir tan deprisa le dejo paso, ya sabré llegar. Estoy harta de evitar las zancadillas y para todo tener que pelear.

martes, 12 de julio de 2011

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos.

~
Se necesita solo un minuto para que te fijes en alguien. Una hora para que te guste. Un día para quererlo, pero se necesita toda una vida para que lo puedas olvidar. Cuando se está enamorado, comienza uno por engañarse a sí mismo y acaba por engañar a los demás.

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos.

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Se necesita solo un minuto para que te fijes en alguien. Una hora para que te guste. Un día para quererlo, pero se necesita toda una vida para que lo puedas olvidar. Cuando se está enamorado, comienza uno por engañarse a sí mismo y acaba por engañar a los demás.

lunes, 11 de julio de 2011

Tengo miedo. Miedo de quererte.

Tengo miedo, tengo tanto miedo de volver a quererte que no puedo mirarte fijamente. Te veo y tengo miedo de hablarte de mirarte a los ojos por si en ellos veo recuerdos de aqellos años. Me paro a pensar y creo que aún llevo algo tuyo dentro, y te veo con ella diariamente. Te veo sonreir a su lado y hago de consejera cuando las cosas te van mal. Lo siento mucho, pero creo que te quiero. Me ha dolido verla feliz a tu lado. Y me he fijado en como la miras, si lo e echo. La miras con deseo, con esos ojos de deseo con los que me mirabas a mi.. esos ojos con los que demostrabas todo lo que sentias. Y he observado lentamente como te miraba ella. Ella no te miraba como te miraba yo, ella no te deseaba como te deseaba yo con la mirada. Ella te miaba simplemente, lo hacía. Y en ese momento sentí añoranza, sentí miedo y rabia. Sentí no estar a tu lado y ser yo la que te de la mano, la que no reciba tus caricias. Sentí tantas cosas que tenía miedo que permanecieses allí durante 5minutos mas. No podia aguantar mas esa situación. Tenia miedo. Mucho de miedo. Miedo a que ya no me quieres.

Sensaciones para olvidar.

Gritar con euforia. Correr sin pensar en todo lo que dejas atrás. Reír hasta llorar, hasta que tu tripa te pida parar. Hacer oídos sordos a este inmenso mundo individualista. Mirar desde el punto de vista que lo vería un niño y no una persona adulta. Olvidarnos por un día de lo que somos y dejar que el tiempo sea el que actúe. Aceptar errores y tener valor para decirlo. Reírnos de todo y de nada a la vez. Ser consecuentes con nuestros actos. Salir sin pensar en lo que pasará mañana, porque aún no ha llegado el mañana. Mirar la luna llena una noche por la ventana sin necesidad de tener que acordarnos con quién la vimos por primera vez. Levantarnos por la mañana y que el primer pensamiento del día sea ''soy feliz''; lo soy, hoy nadie podrá estropearlo; ni hoy, ni mañana, ni pasado, ni dentro de un año, nunca, ya no. Contar historias pasadas con la sonrisa de un niño y no con la tristeza de un adulto. No debemos tener miedo a dejar de ser lo que somos, la gente es como es, sólo que ciertas personas lo esconden debajo de diversas máscaras, pero es autodefensa, cada uno nos hacemos fuertes de una manera, y cada uno hacemos frente al dolor de mil formas distintas. Tener ilusión por hacer realidad metas que nos propusimos de antemano. Y quien nos diga que los sueños, sueños son, que jamás lo conseguiremos es porque algún día alguien le dijo a esa persona que no sería capaz de conseguirlo, y ni tan siquiera lo intentó. A veces tendremos que dejar planes atrás, de una línea recta podrá salir una curva con miles de ondulaciones que nos harán sentir tristes por el motivo que haya sido, pero no debemos dejar de intentarlo. A veces llegará la noche y le recordarás, llegarán a traición los recuerdos y llorarás su ausencia. Pero todo es cuestión de tiempo; tiempo, calma, serenidad y paciencia..

Soñemos muy alto.

Nosotras somos estrellas, y al cielo... ¡que le den!
Quizás el valor de una vida se mida por la intensidad que contienene cada momento y no cuente para nada todo lo demás. Tal vez por eso a veces solo hace falta una persona que seconvierta esa chispa que prende tu llama.

Tu mirada, la que provoca mis mayores miedos.

Aún no te quiero, no, pero tienes algo, algo que me cautiva, que me hace pensar en tí constantemente y todavía no he descubierto qué es. Supongo que con los días vendrá la respuesta. Todavía queda mucho pendiente, demasiado, pero, estás en mi mente y nosé, te veo abriendo las puertas de mi cabeza, desordenándome los papeles y de vez en cuando me entra un poquillo de miedo de que hayas entrado así, de sopetón, sin ni siquiera avisar, como si le pertenecieses a mi cabeza, somo si supieses que iba a ser para tí. Quizás esa confianza que tus ojos me desvelan cuando me miras es la que me tiene así, la que me hace pensar en tí y sonreir de vez en cuando sin ni siquiera un motivo, porque no das motivos, no das razones, no explicas nada; simplemente me miras de esa manera y te metes en mi cabeza, luego me quedo pensando, me quedo en silencio. Te vas y te veo la espalda, como te alejas lentamente, como si no te quisieses ir, aunque no mires para atrás o aunque cuando mires sea para decir un segundo adiós, o un "mañana te llamo" y..nosé, te veo, te veo cuando vuelves y todavia no me recorre el típico escalofrío en la panza, aunque a veces sí, pero es solo con tu mirada, sólo cuando me clavas los ojos directamente y entonces todo desaparece y no sé donde esconderme, me siento vulnerable, como si pudieses leer mis ojos, porque ya estás en mi cabeza, claro. Entonces lo veo todo así, tan claro, tan real que.. quizás me pongo roja o miro para otro lado, pero mis ojos se han quedado en tí, siguen mirándote aunque no te mire.. pero es como si estuviésemos abiertos a esa posibilidad y a veces ya me deja de dar miedo y se me ponen los ojos brillantes, y entonces es cuando sonrío y digo: "quizás sea el momento, ¿por qué no?".

Haces de un dia nublado uno soleado.

¿ Sabes lo que más me gusta de ti ? Que cuando estoy realmente jodida apareces tú con esa sonrisa de como si nada estubiera pasando.

Malena es nombre de tango.

Durante mucho tiempo he vivido en tierra de nadie, una delgada línea fronteriza entre la existencia y la nada. Todo a mi alrededor se mueve y se expresa, las personas, los objetos, los acontecimientos, el sol y la luna, todo parte de un punto y llega a otro, todo respira, todo existe, excepto yo, que no dudo de nada salvo de mí..

domingo, 10 de julio de 2011

Como engaño a todo, sin que duela.

Puedo ponerme un disfraz, puedo fingir ante el mundo sin que escueza, sin que me queme el aire. Puedo reír al llorar sin que se note el que por dentro me está matando hacerlo. Puedo ponerme a destrozar, a borrar cada recuerdo que me acerque a ti en soledad, puedo... Pero a la hora de amar, dime cómo engaño a mis sentidos sin que duela, dime cómo he de engañar a mi acariciar, a mi voluntad, a todo lo que me recuerda que ya no sigues aquí. A mi suspirar, a mi soledad, cómo engaño a todo sin que duela; a la hora de amar...
Que pretendo olvidarte, para siempre, para todo. En las brasas de una hoguera quise quemar tus recuerdos. No son cartas ni anillos, si no silencios y besos. Intenté empezar a olvidarte y di tu cariño al viento. Pero ayer oí tu nombre, te vi de nuevo, el pulso se me congeló y el corazón me dio un vuelco. Y como madera seca vuelvo a quemarme en tu fuego...

viernes, 8 de julio de 2011

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En el verbo echar, lo primero que se echa es de menos. Se echa de menos a los que no están, a los que se fueron, quizá también a los que nunca estuvieron, a los ausentes, a los que viven lejos y a los que están tan cerca que ni les sientes. Se echa de menos a los que no se hacen ver, a los que no aparecen pero están, te echas de menos a ti misma y a los que ya no te rodean, necesitar y no encontrar, eso es, echar de menos, y yo te echo de menos a ti.
~

Le vi. Le besé. Y le quise. Y ahora ya no está. Le perdí.

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Te necesito, necesito que sigas queriéndome, amándome, besándome, y abrazándome como el primer día. Necesito estar cada milésima de segundo a tu lado, ¿por qué? No lo sé, no tengo ni la menor idea, tampoco me importa saberlo, solo sé que cuando te veo, siento que mi corazón quiera salirse del pecho, algo por dentro me destruye, y esa sensación me devora, me mata, me corroe, no sé, no entiendo, no te entiendo, no comprendo porque un día me dices que me quieres, que soy la única, y al siguiente ya no sientes nada, no entiendo por qué joder, además, ¿sabes que es lo peor de todo? que me jode, porque te amo, te amo con todas mis fuerzas, y no puedo dejar de hacerlo, a veces te odio, te odio por llegar a necesitarte tanto, y no sé por qué lo hago. Lo único que espero, que pido, y que necesito, es poder pasar, sí, poder pasar, de ti, aunque de momento, lo intento, pero no puedo

Empeze a recordar que lo facil es rendirse.

~
Y esta noche volví a soñar contigo. Soñé que me hablabas, que me querías, que no me odiabas. Me sonreías detrás de cada beso y hacíamos todo tipo de locuras en aquel lugar integro de gente. Pero desperté y me di cuenta de que un sueño, se queda en eso; en sólo un sueño.

No entiendo la vida pero aun asi la vivo.

Supongo que todo empezó ese día. Cuando, por alguna de estas casualidades que la vida deja caer, nuestras miradas se cruzaron. Algo frugal, superficial. Aparté la vista, reí las gracias de siempre, lo pasé bien, y regresé a casa. Pero algo había cambiado. Tu rostro estaba presente en cada pensamiento que cruzaba mi mente. Y entonces lo supe. Como una estúpida, me había enamorado...

No se trata de olvidar, si no de recordar sin dolor.

~
A veces te siento tan lejos, que siento que te perdí para siempre. Y es que así es. Nunca olvidaré el momento en el que dejé de verte con aquellos ojos de indiferencia, y siempre tendré presente aquellos momentos irrepetibles que se almacenan en mi mente, aquellos que no quieren perderse por nada del mundo. Puedo ver aún aquellas conversaciones interminables en mi mente, y siempre sonreiré de la misma manera. Intuía tu sonrisa y me gustaba aquella sensación, el saber que, a tanta distancia, podía hacer algo tan bonito como conseguir una simple sonrisa. A veces, pienso qué hubiese pasado si todo hubiese sido diferente, si en vez de decir una cosa, hubiese dicho otra. Me hubiese gustado decirte tantas y tantas cosas en su momento, que siento que quizá la culpa fue de aquel miedo a estropearlo todo que me torturaba. En ocasiones, pienso que mis palabras nunca serán las acertadas para que las comprendas, que nunca llegaremos a entendernos, que el destino ya no quiso que nuestros caminos se cruzasen. Creo que de todo esto, recordaré todo, lo bueno y lo malo, todo lo que pasamos, todos los minutos, y todo el amor que un día me dejaste darte, para sonreír pensándolo, para que, cuando no pueda más, recuerde de nuevo tus palabras, y continúe. Que seguirás siendo siempre la persona en la que piense cuando escriba, cuando haga esas cosas que tanto te gustaban, cuando oiga esas canciones. Que tardaré en olvidarte, estoy segura, pero, como una gran amiga me dijo, no se trata de olvidar, sino de aprender a vivir sin él, porque nunca en la vida podrás olvidarlo. Y la vida sigue, y cada uno continúa a su manera, y me he dado cuenta. Simplemente, vi que, después de un amor, conservar una amistad es complicado, y más si sólo funciona una de las dos partes, si no lo intentamos, si no sentimos de verdad que debemos seguir juntos. Darte las gracias, por todo lo bueno, sería poco, y llorar por todo lo malo, se quedaría corto. Siempre me fue difícil decirte "te quiero", y nunca tendré la oportunidad, ni el coraje, de coger el teléfono, llamarte, y antes de que digas nada, decir que te quiero, que no puedo olvidarte, y siempre me arrepentiré de no hacerlo, de haber pedido tanto, y haber dado tan poco de lo que podría haberte dado. Sé que me arrepentiré de muchas cosas, pero me alegrará el hecho de haber conocido a alguien tan especial para mí, y el simple hecho de saber que tú estarás bien, me hará feliz.

Cada cual llega a ser como el mismo se hace.

~
Y ahora siento que el tiempo está dejando las cosas en su lugar, que el tiempo te está dejando en tu lugar, en el lugar que te mereces, en el lugar que yo pasé, y sigo pasando.
Ahora sabes lo que pasé yo aún mil veces peor.
¿Pero sabes que es lo peor de todo? Que aún a pesar de que me odias, de todo lo que me has demostrado; te amo. Aún te amo, y no puedo dejar de hacerlo. No me preguntes por qué.
¿Qué aún dejaría todo por ti? Para qué mentirnos. Sí. Por que te amo. Y me duele, me mata, me ahoga saber que todo ha terminado, que ya no queda nada.
Cambiaría el momento en el que te conocí. Lo cambiaría por completo, y me iría en sentido contrario. Pero existe un destino que pone rumbo a cada persona, y nadie puede adueñarse de él. Y si ese destino me ha llevado hasta a ti, algún motivo habrá, no lo sé. Pero por el momento, yo sólo sé, que te amo.

De repente te das cuenta que todo ha terminado de verdad.

~
Que te echo de menos, te echo de menos como a nada. Sí. Qué daría lo que fuese por volver a sentir una de tus miradas, una simple palabra de aquellas que me dejaban sin aliento, sin respiración.
Sentir esas ganas inmensas de verte, para que al darte un beso fuese feliz para todo el día, sentirte ahí, a mi lado. Echo de menos que seas tú la única persona que al decirme te quiero me haga la chica más feliz del universo. Echo de menos que me abraces, incluso que me des esas collejas que tanto me molestan pero a la vez me encantan…
Echo de menos ver esos comentarios que me lo daban todo. Aquellos momentos que no paraba de reír contigo.
Echo de menos esas tardes empapados con globos de agua o bolas de nieve. Echo de menos volver a sentirme especial a tu lado. Echo de menos poder decir que al estar contigo, era feliz.
Echo de menos hacer todas esas locuras solo para estar contigo. Dejarlo todo, y estar contigo.
Y no puedo evitar pasar por tu portal, y no acordarme de aquel momento, de aquel instante en el que tus labios y los míos se rozaron por primera vez y sentí algo indescriptible. Es inevitable no acordarme de llamar al telefonillo con esos nervios invencibles de saber que iva a estar contigo, los dos, solos. El momento en el que te miré, me miraste y todo surgió. El momento en el que sentía latir tu corazón sobre mi pecho. Aquel momento en que no podía creer que estuviese allí, contigo. No existían los problemas ni las preocupaciones, solo tú y yo en esa habitación. Sólo existía aquel momento, aquel momento que deseaba que no acabase nunca.
Y ya me da igual lo que opinen, si te parece bien o mal. Te echo de menos y ya está. Que te quiero y eso no lo va a cambiar nadie.

Un pensamiento que saca una sonrisa.

~
Muchas veces me lo pregunto; ¿pensará en mí tanto como yo pienso en él? ¿O pensará al menos la mitad de lo que yo me dedico a pensar en él? Me gustaría saberlo. En realidad, me gustaría saber que piensa en mí, no esa verdad tan aplastante que me asegura que yo no tengo espacio para su mente en ningún rincón. No quiero saber la verdad, porque sé que él no piensa en mí. Prefiero mentirme e imaginar que de vez en cuando un pensamiento fugaz cruza sus neuronas y le arranca una sonrisa, recordando algo que una vez le hizo gracia cuando estaba conmigo. Ahora mismo yo estoy pensando en él. Si volverá o no. Y si vuelve, cuánto tardará, en lo que haremos cuando esté conmigo. Quiero que al menos sienta una pequeña parte de lo que yo siento, para que se dé cuenta del daño que causa sin quererlo.

Mis ojos ya no miran como miraban, ni ven como veían.

Sólo es capaz de realizar los sueños el que, cuando llega la hora, sabe estar despierto.
~

O se gana o se pierde pero nunca sabes si no arriesgas.

Honestamente, cuándo uno camina, puede caerse. Pero, ¿qué hacéis cuando os caéis? Levantaros. Todo el mundo sabe levantarse. A veces en la vida, cuando uno se cae, uno puede sentir que no tiene fuerzas para levantarse de nuevo. Intentas levantarte mil veces y vuelves a caer las mil. Pero si fracasas y te das por vencido, ¿crees que así podrás levantarte? No. Si fracasas vuélvelo a intentar otra vez y otra vez. Porque no es el fin, porque aquí no se acaba todo. Lo importante es cómo vas a terminar. ¿Vas a terminar siendo fuerte? Yo opino que sí.